Hotel restaurante Parador de Felechosa

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente tuve la suerte de alojarme en el Hotel Restaurante Parador de Felechosa, y debo decir que fue una experiencia deliciosa en todos los sentidos. Desde el momento en que llegamos, me encantó la calidez del lugar: una antigua casa con mucho encanto, en pleno corazón del pueblo. La habitación era amplia, con una limpieza impecable y una calefacción perfecta para esos fríos días de montaña. La razón principal que nos llevó allí fue la gastronomía, y no nos defraudó. La cena fue un festín que comenzó con chopa en su tinta y mejillones en salsa, bien acompañados de una ensalada de queso de cabra y pimientos. Sin olvidarme de las costillas tiernísimas de barbacoa, que son una maravilla. Berto, el encargado, nos brindó un trato excepcional que hizo que la velada fuera aún más especial. Otra ventaja de este hotel es su ubicación. Está cerca de las estaciones de esquí, ideales para los amantes de la nieve, y también es perfecto para quienes desean hacer actividades al aire libre, como senderismo. Tras disfrutar de una cena abundante, dimos un paseo por el pueblo para digerir todo lo que habíamos comido, y debo decir que fue una forma encantadora de cerrar la jornada. En resumen, el Hotel Restaurante Parador de Felechosa se convierte en mi opción preferida no solo para alojarme, sino también para disfrutar de la buena comida de la zona. Sin duda, volveré y espero que Berto continúe mimando a sus huéspedes como lo hizo con nosotros. ¡Un saludo a todos y hasta la próxima!